martes, 27 de agosto de 2013

Pum Pum

Muchas cosas cambian en nuestro organismo al crecer, cambios emocionales y físicos, cambios que muchos conocen en su totalidad o que al menos son esperados. Pero en este caso hablaré de un cambio que muchos parecen no notar. Cuando los niños se convierten en adultos comienzan a generar filtros para las cosas que escuchan, y una vez adultos no notamos que los niños siguen escuchando muchas cosas que a nosotros no nos hacen tanto ruido. Ellos escuchan más de lo que creemos.

La controversia de siempre con el tema de qué es apropiado o no para los niños de ciertas edades es tema quemado, porque pocos quieren seguir hablando al respecto, y mucho menos padres que por duro que suene, se niegan a asumir su error al permitir de forma inconsciente que sus hijos escuchen tanto.

Muchos tratan de cuidar otros detalles porque aún están pequeños para ser expuestos, como pornografía, MTV, reality shows, películas de terror, etc. Pero en otras situaciones mucho más cotidianas se olvidan que los niños siguen escuchando, mucho más de lo que ellos escuchan. Tan sólo con preguntarle a la maestra, tendrían una muestra considerable de cosas que ellos han escuchado sin que los padres lo hayan percatado. Y aún cuando el daño no siempre es severo, la huella queda.

Temas que si comenzara a enumerar acá, un 99.9% por ciento de los padres que leerán esto pensará "por supuesto, jamás quisiera que mi hijo estuviese expuesto a ese tema tan pequeño" pero que sin saberlo, lo están por conversaciones o temas que ya se han convertido en rutinas para los adultos. Armas y violencia directa o indirecta, muerte, crueldad, engaños y traiciones, secuestros, etc.

Si reuniese a un grupo de padres y les dijera que le estaría hablando a sus hijos de esos temas, sé con seguridad que todos se opondrían de manera masiva, y a ellos les diría "¿acaso no permiten uds que esos temas lleguen a sus oídos de formas menos drásticas?" Sorpresa para muchos, quizás no tanto para otros. Cuando un adulto ve una película de acción que es de interés para ese adulto, y permite que su hijo suba a la cama, me pregunto, ¿no es lo mismo?

Cuando una amistad nos visita y nos involucramos en conversaciones controveriales, pero de común interés para nosotros y dejamos que los niños se mantengan cerca, de nuevo me pregunto, ¿no es lo mismo? A mi parecer, es quizás peor, porque actuamos como inocentes de forma tan descarada y sin saberlo. Los niños escuchan, siempre, a toda hora, por todos lados, y aún cuando creamos que hacemos lo mejor por filtrar cosas ante sus tan puras perspectivas, algunas acciones no hacen más que estropear cualquier esfuerzo realizado. Sin mencionar al tan popular comentario: "mi chamo es súper maduro, el entiende esas cosas"... A esas personas quisiera decirles: "lea sobre desarrollo evolutivo, y luego seguimos conversando". Señores, niño es niño.

Para finalizar (porque podría estar hablando de esto por horas) sólo quisiera comentar sobre un tema en específico, que muchos son inocentes al pasar por alto; el exponer a los niños a la violencia no es sólo mostrarles videos de guerra, o dejarlos ver como dos personas gritan o se empujan, tampoco es dejarles ver noticias o cualquier periódico, la peor exposición que puede tener un niño a la violencia es cuando viene de su propio mundo. Cuando imágenes o personajes que estan "diseñados" para ellos les enseñan que con un arma se logra algo, o con desvanecer al malo se gana una batalla.

Los conceptos de violencia no son tan profundos, y al generalizar el tema se ha caído en una situación de completa libertad hacia lo que los niños ven, escuchan y actúan. Porque si alguno en mi salón me dice "no es pistola de verdad, es sólo de mentira" para mi sigue siendo agresión. Es muy fácil sentir tristeza y desgracia cuando vemos violencia en el mundo, y quisiéramos que hubiese un cambio, pero ¿cómo pretender realizar un cambio si se quiere comenzar tan tarde?


No hay comentarios:

Publicar un comentario