lunes, 16 de septiembre de 2013

El contraste de las "I" revoluciones

"Alicia adaptándose al presente"

Mi escolaridad en términos educativos no fue muy memorable que se diga; no tengo muchos recuerdos significativos de experiencias de aprendizaje, porque la verdad mi percepción era bastante básica. Existían niveles, materias, y contenido que estaba en un salón de clases esperando por ser tocado año tras año, los profesores eran expertos por haber tenido tantos años de práctica enseñando el mismo material, y nosotras como estudiantes éramos las típicas cajas medio vacías que estabamos destinadas a ser abastecidas de información (hablo en femenino porque fui a colegio católico y luego a una escuela de educación inicial donde ningún hombre se inscribe).

Este sistema educativo viene desde la revolución industrial, en la cual el hombre se dio cuenta que el éxito de su futuro laboral dependía del conocimiento que lograse adquirir en relación a máquinas y nuevos procesos de manufactura. La educación sufrió un gran cambio debido a esto, porque la sociedad ahora necesitaba "crear" estos trabajadores e ingenieros que serían quienes llevarían adelante esta nueva era. En esa época, se sabía la necesidad laboral que habría muchos años después, por lo que se formó un currículo que llenase tales expectativas.

Hoy en día, algo así como dos siglos después, seguimos con el mismo modelo educativo formando estudiantes para un "futuro" que quedó en el pasado y muy pocos se han dado cuenta. La revolución industrial finalizó y sin embargo, se sigue educando para tal. Se sigue un proceso educativo rígido, forzado, poco flexible y con orientaciones que sólo aparentan ser espontáneas porque quienes controlan la educación, dibujan 3 o 4 caminos que van todos desde un mismo punto hasta una misma meta.

Quienes me pregunten a qué me refiero con rigidez y poca flexibilidad, les digo una sola cosa: exámenes, talleres, pruebas estandarizadas que tienen como único fin, formar los mismos cadetes, títulos universitarios como entrada única a un cargo. El currículo con el cual yo fui educada, y con el que se sigue educando (ese de la era industrial) ha sido adaptado/modificado sólo en modalidades humanísticas, pero el sistema sigue siendo el mismo. Para explicarme mejor, se le han cambiado los colores al contenido que se enseña en clases, pero las evaluaciones y las "notas" siguen teniendo el mismo impacto.

Es un sistema que lleva a un estudiante a través de un proceso de selección, llenándole la cabeza con conocimientos que se asume, serán de gran utilidad una vez ingrese al mundo laboral; y quizás esto siga siendo cierto y yo sólo este tratando de generar controversia, pero ¿quién garantiza que seguirá siendo así en los próximos 10 años?, si bien siempre necesitaremos doctores, enfermeros, abogados, educadores y artistas, ¿acaso seguiremos necesitanto todos estos ingenieros, mecánicos, contadores, administradores, economistas en 10 años o más?

Para ser aún más controversial (pero siempre con una idea racional) me lanzaré yo misma a la candela; ¿quien dice que en un futuro aún necesitaremos tantos docentes? Seguramente para las etapas primarias (me salvé), pero ¿bachillerato?, ¿universidad?, ¿aún harán falta educadores a estos niveles? ¿...Cuando hoy en día se sabe que los estudiantes aprenden más/más rápido de Google que de los libros de hace 200 años...?

Antes de que digan "Ana lost it", les plantearé mi racionamiento de todo esto contrastando la revolución que está desplazando desde hace rato a la industrial, y es la tan caótica pero igualmente amada revolución de la información. Si, con eso de redes sociales y todo el asunto de la conexión constante, la educación no ha tenido otro remedio que ceder ante la poderosa ola de cambios que ha traído esa facilidad de acceso que existe con una conexión a internet, la cual nos está haciendo ver que todo aquello que solíamos enseñar a los estudiantes, ahora está disponible en "un estante" (o un link). Conocimientos que sólo poseían los estudiados y todopoderosos académicos, y al cual ahora todo el mundo tiene acceso con un simple click.

Esta revolución de la información no es más que el presente y la sociedad gritándonos que no necesitan más máquinas que funcionen en un futuro, o más personas intensivamente programadas para saber mucho más que otros, si no más bien lo que se necesitará en un futuro cercano serán personas que sepan encontrar esos "estantes" y esa información de la manera más eficaz y rápida posible. Para poner un ejemplo, antes Susy iba al colegio para aprender cosas que asumía, podría emplear en unos 10 años, pero esos 10 años han pasado y nada de lo que estudió le garantiza un trabajo más que la información a la cual sabe conectarse hoy.

¡Ya no son ingenieros, ahora son programadores!

Los trabajos del futuro son cada vez más inciertos porque con el avance de la ciencia y las tecnologías existirán necesidades en el campo laboral que hoy no tenemos modo de predecir, y sólo aquellos que hayan sido enseñados a encontrar y desarrollar esas habilidades por sí mismos una vez fuera del "sistema educativo", serán los que lograrán conquistar los mejores (y mejores pagados) cargos.

Es simple evolución (esa que a nadie le gusta), la misma de la cual me reía cuando mi mamá intentaba crear una cuenta de correo electrónico cuando para mi era tan sencillo, la misma que hoy me hace sentir de 54 años cuando estudiantes de kinder saben manejar un kindle o ipad mejor que yo. Esa evolución que tantos estamos detestando porque nos está haciendo sentir que lo valioso está siendo perdido, pero que al mismo tiempo no podemos evitar, y si queremos mantenernos empleados, debemos aprender a amar. Yo abrazaré tan fuerte como pueda mis libros, pero aún así mis estudiantes aprenderán más de un ebook por que está en sus genes.

Finalmente, para dejar las ideas existencialistas a un lado por un rato, si tuviese que darles un consejo a mis estudiantes de este año escolar (los cuales estarán entrando a este campo laboral en el año 2023) les diría lo siguiente: sean médicos por vocación de curar a otros, descubran el arte dentro de sus corazones, sean felices descubriendo conocimiento de forma libre, no se crean el cuento de que quien no va a la universidad no tiene futuro (en serio), lean hasta que sus ojos ardan, no se cierren a una sóla posibilidad, aprendan varios idiomas, aprendan a programar, aprendan a conectarse a otros, aprendan a compartir conocimiento (nada de egos académicos) y no se confíen de lo que saben hoy, tan sólo aprendan a seguir aprendiendo.

P.D.: en próximos posts, compartiré evidencias educativas que alimentan todo esto que he descrito, porque no son ideas locas de Ana, son realidades que en este país muchos aún desconocen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario